Este chico fue a casa de su vecina madura para pedirle algunos ingredientes para el almuerzo. Lo que no se esperaba era encontrársela en el sofá tocándose el coño y abierta de piernas. Estaba claro que la señora necesitaba una ayudita, así que el jovencito le echó una mano y terminó dándole rabo en un polvazo casero que terminó con su boca llena de lefa caliente.