Tras un rato agobiado en su despacho, este tipo vio como su secretaria rusa se le quedaba mirando y le lanzaba miraditas que dejaban entrever que quería tema. El tipo le siguió el juego y al final, acabó poniéndola sobre la mesa y follándole el coño con todas sus ganas, haciendo que su empleada disfrutase de duros pollazos y terminase pidiéndole su lefa sobre las nalgas.