Tras dejar a su compañera sola con un informe, esta secretaria alemana fue a hacer compañía a otro de los chicos de la empresa, al que le tiene echado el ojo desde el primer día. Se quedaron solos en el despacho y al poco rato, la chica se insinuó a su compañero y al final, acabó gozando de su rabo sobre la mesa hasta el punto de dejarle darle por detrás.