Hay que bajar kilos y quemar calorias, ya que las navidades me han hecho engordar un poco. Asi que decido apuntarme a clases de yoga. La profesora es una jovencita muy sexy y, cada vez que la veo contorsionarse, me pongo a tono. No es que me vayan las tias, pero siento curiosidad. Un dia, decidimos pasar de la clase y quemar calorias de otro modo, dejando que me coma el coño y comiendoselo yo a ella en una sesion lésbica increible.