No sabía muy bien por qué le habían llamado, pero estas zorras rusas tenían claro para que querían a su amiguito. Buscaban montarse un trío con él y disfrutar juntas de esas experiencia, compartiendo su polla y corriéndose juntas en el mismo polvete. Pero lo que no imaginaron, es que terminarían enculadas por el mismo rabo y con sus culos dilatados, tras tanta follada anal casera.