Una mañana la morena Michelle James vio a su hermanastro durmiendo y notó un bulto entre las sábanas. Tras curiosear descubrió el pollón del chico, algo que desde entonces despertó sus ganas de probarlo. El chico se dio cuenta de que le había metido mano y una tarde a solas, se metió en su dormitorio y la convenció para marcarse un polvazo juntos y sin que sin padres se enterasen.