Aunque habían quedado para estudiar, esta colegiala japonesa vio como su amigo se ponía cariñoso con ella, hasta el punto de querer probar su coño depilado. La chavala lo llevaba bien rasurado, al contrario que muchas orientales que siempre suelen dejárselo peludo. Cuando el chico la vio abierta de piernas y tuvo delante ese chochito tan rico, no pudo evitar metérsela y los dos al final disfrutan de sexo sobre el sofá.