Tras bajar a por el desayuno, la hermosa Tiffany Doll echó mano de uno de sus juguetes para empezar el día con unos buenos orgasmos. Cuando su marido la vio tan cachonda, decidió echarle una mano y se acercó a ella para darle placer. Ella le recompensó con un beso negro para luego, pedirle que le follase el culo a conciencia y le dejase el trasero bien abierto a pollazos.