No es que el dominó sea un juego muy común, pero a esta mulata y a su chico les gusta jugar de vez en cuando. De hecho, en este caso decidieron añadirle un pico de picante y mientras colocaban fichas, se iban quitando la ropa. Cuando terminaron en pelotas, el polvo no se hizo esperar y ella, terminó gozando del enorme rabo de este negro que destrozó su coño de ébano sobre la cama.