A este chico le gusta hacerle compañía a su abuela, con la que prácticamente se ha criado. Ella le ha visto crecer desde que era pequeño, hasta verlo convertido en todo un hombre. Pero lo que ha visto crecer esa mañana, fue su polla en la cocina, algo que sin duda ha llamado la atención de la vieja. Al ver ese pedazo de rabo, no puede evitar llevárselo a la boca y luego, montarlo con su coño peludo hasta llegar al orgasmo.